Los dulces de "Coralito" tienen una tradición familiar y una receta que se pasó de generación en generación.
El artesano sigue con la tradición familiar de regionales "Coralito" que le legaron sus abuelos. Con el apoyo de sus tías aprendió a hacer dulces con las plantas frutales que se encuentran en su casa del pueblo de Anjullón ubicado en el departamento Castro Barros.
"Este trabajo lo hago desde hace tiempo, mis abuelos por parte de mi papá y mis tías se dedicaban a los productos regionales. Ellos han vivido siempre de los productos regionales cuando fallecieron mis abuelos y por la suba de las cosas no producían más y quedaron las maquinas. Yo hace cuatro años tomé la posta", explicó Gabriel a EL INDEPENDIENTE.
Agregó que "me parecía una lástima que se perdieran las frutas y comencé a hacer dulce de membrillo, después empecé a hacer con dulces de lima, dulce de duraznos, durazno en almíbar y encurtido de aceitunas, aceitunas rellenas con roquefort, salame, jamón crudo y muchas variedades más".
En cuanto al acompañamiento de la familia sostuvo que "siempre en el tema de los dulces me acompañan mis tías que han hecho dulce toda su vida y a medida que voy haciendo yo mismo adquiero más experiencia".
Asimismo sostuvo que "todo trabajo artesanal es una salida laboral porque ser artesano sin dudas genera trabajo para toda nuestra familia. La gente busca nuestros productos porque es de origen artesanal".
Respecto a su presencia en la Feria comentó que "desde que empecé con este trabajo participo en la Feria del Artesano. Este año nos fue muy bien y las ventas están siendo mejores que el año pasado ya que en la edición anterior tuvimos que sortear algunos inconvenientes como el tema del combustible y el tiempo no nos ayudó mucho".
Secreto del dulce de membrillo
A partir de la receta de sus abuelos Gabriel explicó que "en los primeros días de enero el membrillo ya esta al punto justo para hacer dulce, se lo corta, se lo lava y se le saca bien la pelusa que tiene, se lo parte, le sacamos la semilla lo llevamos a un pailón grande donde ponemos todos los membrillos y se lo hierve hasta comprobar su consistencia, cuando llega al punto justo se saca el producto y se lo lleva a batea donde se lo muele con un taquito de madera, luego se traslada el producto a una tamizadora mecánica que hizo mi abuelo donde sale la pasta para ser procesado, se pone un kilo de pasta por uno de azúcar de buena calidad para que salga bien, se mezcla y va a hervor a la pasta dentro de la paila una vez que hierve se espera unos minutos se pone el dulce en los moldes y listo. Con el jugo que queda en la paila se hace la jalea de membrillo".
Fuente: Diario El Independiente
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