Anjullón OnLine

Este Blog esta creado con la intención de hacer conocer más a mi querido pueblo de Anjullón, rescatar su historia y su cultura e informar los hechos más destacados del pueblo y/o protagonizados por sus hijos.
La foto de la portada es "la Iglesía de Anjullón".
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domingo, 29 de octubre de 2017

LOS MORTEROS DE ANJULLÓN (2° parte)

En la primera parte de esta nota habíamos hablado de los “morteros comunitarios” (varias perforaciones sobre una sola piedra) y de los morteros individuales que hay dispersos en gran cantidad en las afueras de Anjullón. En esta segunda parte nos referiremos a los morteros que hay en el ejido urbano del pueblo.
Si tenemos en cuenta que los primeros españoles llegados a estos lugares se establecieron ocupando las mejores tierras de la zona, desplazando a los primitivos habitantes que las ocupaban, es fácil suponer que la mayor actividad diaguita se desarrolló en las actuales zonas urbanas y que por lo tanto, desaparecieó la mayor parte de los vestigios de las mismas. No obstante, en el pueblo se pueden encontrar gran cantidad de morteros, que en su mayoría, fueron utilizados por nuestras abuelas, bisabuelas y más, para la molienda de granos, especialmente el maíz. También se usaban en muchos casos para moler ají, sal (que se conseguía en terrones), charqui (carne salada y secada al sol) y algunos vegetales de los cuales obtenían pigmentos para teñir.
Muchos de estos morteros los encontramos en su lugar original, ubicados en grandes piedras dentro de las fincas o patios cercanos a las viviendas. Vamos a tratar de nombrar a algunas de estas abuelas moledoras (muchas de las cuales ya no están entre nosotros) como una forma de homenajear su invisible labor culinaria, al igual que a sus esposos que por tantos años trabajaron de sol a sol para llevar el alimento a sus hogares.

Frente a "Cacho" Peralta
Entre estos morteros que se encuentran en el lugar donde originalmente fueron tallados, podemos destacar uno que se encuentra en medio de la calle, frente a la vivienda de Nicolás “Cacho” Peralta y Marina Zárate.


También junto a la entrada al domicilio de Nolberto Mercado hay un mortero en una piedra de gran tamaño y detrás de la casa hay dos morteros más. Uno de estos morteros es el que usaba su esposa, Doña “Mecha” Vega, para moler el maíz que cosechaba su marido en el rastrojo. También en este domicilio hay un mortero más chico (que se utilizaba para moler ají) y un mortero de “palo” de algarrobo.






Al fondo de la casa de Doña Ambrosia Núñez se encuentra una piedra de un tamaño importante con el mortero donde la propietaria molía el maíz.



Al costado de la casa de Miguel Ángel Nieto hay una piedra enterrada con el mortero que su esposa Eulalia Vega, utilizaba para moler el maíz. En la afueras del pueblo, hacia el sur, debajo del algarrobo que se encuentra en lo que era el patio del rancho de Doña Cruz Nieto, madre de Miguel, se encuentra el mortero donde en aquellos años su dueña molía los granos que alimentaban a su hijo.
Mortero de Doña Eulalia
Mortero de Doña Cruz
Mortero en el jardín de Graciela Aguero



Al costado de la vivienda de Luis Romero, hay una piedra con dos perforaciones, que embellece aún más el jardín que cuida su esposa Graciela Agüero.





En la zona norte, en el domicilio de Evangelisto Brizuela y su esposa, en la finca que está al costado de la casa, se encuentra una piedra de gran tamaño con un hermoso mortero donde Rosario Quinteros y sus hijas molían el maíz. Asimismo, debajo del algarrobo que está junto al pozo (ya en desuso) detrás de la casa, está ahora el mortero que solían tener en el antiguo rancho (aprox. a unos 80 mts.), el cual fue llevado rodando hasta ese lugar por su hijo Antuco ayudado por un amigo, lo cual seguramente no debe haber sido fácil debido al peso de la piedra y teniendo en cuenta que el terreno va en subida y que además debieron cruzar el cauce de un arroyo seco antes de llegar.


Mortero de Doña Adela


En el domicilio de Berto Núñez también hay un mortero en una gran piedra de forma triangular. En el mismo, su esposa Doña Adela Peralta, molía el maíz.





Mortero de Doña Isolina
Debajo del algarrobo que está frente a la casa de Nicolás Nieto hay un mortero de importantes dimensiones, que su madre, Doña Eloisa Brizuela, y luego su esposa Isolina Goitea, molían los granos que Don Cecilio (padre de Nicolás) y su hijo, cosechaban en los bañados.




Mortero de Doña Antonia
También en el patio de la vivienda de Valentín Peralta hay una piedra con dos morteros, los cuales utilizaba su señora Antonia Mercado para moler los granos de maíz que su esposo cosechaba en los bañados y el ají que juntaba al pie de la montaña. Este es uno de los pocos morteros que aún continúan cumpliendo su función, ya que su hijo Guillermo y familia los utilizan para moler maíz para los pollitos.


Otros morteros ubicados en piedras inmóviles son los que podemos encontrar en el patio de la antigua casa de Don Celedonio “Shono” Brizuela, el cual está ubicado en el centro de una piedra de gran tamaño, donde su esposa Doña Rufina Vega molía el maíz que su esposo y su hijo cosechaban en el bañado que poseían en las inmediaciones a la vivienda. Cercano a este hay otro mortero de forma rectangular, posiblemente tallado por Don Shono, ubicado en una pequeña piedra semienterrada.





También encontramos un mortero, en este caso, a un nivel de mayor altura, en un predio ubicado a la derecha de la calle, algunos metros antes de la entrada al oratorio. Según nos cuentan, en este mortero solía moler maíz la señora Ambrosia Chumbita, que solía vivir en la casa de piedra ubicada a escasos metros al sur del lugar.





Por último, no queremos dejar de mencionar un mortero que está a nivel del suelo en la finca contigua a la casa de la Sra. Máxima Brizuela, ubicada frente al domicilio de su hermano Don Pío Brizuela.

3 comentarios:

  1. Hola que lindo sale los morteros de mis abuelos evangelisto Brizuela y Rosario Quinteros. Muy linda publicacion los felicito . Gracias

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  2. Muy buena la nota, ya que desde las ciudades o pueblos que no conocimos el lugar nos acercamos con estas cosas del pasado y que son reliquias del presente. Gracias por hacerlas conocer pues el trabajo de esas abuelas fue duro y compartido. Abrazos.

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  3. Que linda nota. Yo feliz de conocer algo mas de Anjullon. Gracias. Judy

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