Miguel Ángel Peralta (Poema)

(Foto: Miguel Ángel -Milo- Peralta)

He pasado, amigo, por tu calle y solo hallé,
este largo vacío de sol
que no logra devolver un eco tuyo.
Algunos días el recuerdo de tu ausencia,
es un calor de zonda que abre golpeando,
las puertas solariegas de Udpinango
y luego se escapa por "el alfa de las liebres",
ramoneando tiempo,
hasta la casa olivar y bagualera de los padres.
No me queda ahora, más, que rastrear tu esencia
entre el coro de coyuyos de tu pueblo.
Cernir tu sol de harina en carnaval,
buscando el golpe de tu caja tímido y feliz,
entre otras cajas florecidas.
Tu memoria pertinaz seguirá trenzando apellidos,
hechos vinagre en toneles de viejas bodegas silenciosas.
Abriré el misal de tu anecdotario,
repasando tu palabra esperanzada y devota,
y al releer los salmos de tu abrazo amigo,
brindaremos con un vino imaginario.
¡Que desolada! será la vista larga
después de haberla acortado en compañía,
y si tomo el agua fresca en Cuchiyaco,
será por aliviarme la sed del desaliento.
Amigo de las palabras,
si el calor profundo de tu tierra te abrazó,
maternal, por calmar tu frío nuevo.
Tu alma en vuelo anda agitando campanas en tu libro,
y echo historia, entre la historia,
eres ya, recuerdo entre tus nombres recordados.
He de volver a mis versos pensativos,
a mi consuelo de papeles memoriados,
a mi guitarra fraterna y mal tocada.
Me faltará, sin embargo,
el poema de tu brindis en las noches de mi patio,
tu risa cómplice y madura,
como los granos de la melezca por los cercos.
Remendaré esta ausencia,
con la luna despeinada entre los viscos,
y el abrazo nogal y viñatero de Anjullón.

Autor: Miguel Ángel Vera

Un emotivo poema del Profesor Miguel Ángel Vera dedicado a Miguel Ángel (Milo) Peralta, hijo dilecto de Anjullón, cuando este nos dejara, un 26 de mayo de 2006.

Fuente: http://folcloredeloscuatrorumbos.blogspot.com