El algarrobo es bien criollo,
del pájaro es catedral;
es el árbol nacional
que todo lo proporciona:
al pobre no lo abandona,
al rico lo atiende igual.
O. L. Raschetti - 1988 -
En la primera nota hablamos de la importancia del algarrobo en la vida de nuestros pueblos originarios, y en esta oportunidad nos detendremos a considerar la forma en que aprovechaban todos sus beneficios.
En sus largas marchas llevaban, para alimentarse, bolsitas con vainas de algarroba y para molerla usaban (y todavía se usan), "morteros", generalmente de madera o cavados en piedra, machacando con otra piedra llamada "mano".
Pero hay una herramienta tradicional y muy ingeniosa: "la cimbra", que consiste en un palo de algarrobo de unos cuatro metros de largo que tiene en un extremo una "horqueta" donde se sujeta con "tientos" una piedra mediana con forma redondeada, de peso apreciable, llamada "maray". En la otra punta se ata firme un travesaño donde el "cimbrero" aplica su fuerza para darle el movimiento de "sube y baja". La piedra cae con violencia sobre una batea, también de piedra, repleta de algarroba. Esto se repite hasta convertir las "vainas" en harina.
Desde lejos se escucha el "tun tun" del golpe, y Don Justo de la Vega, en su "ANJULLÓN... MI LUGAR", nos cuenta que en alguna oportunidad presenció esta tarea y que,..." me encantaba el ruido que hacía la cimbrita, cerrando los ojos me parecía estar entre los diaguitas, en aquellos tiempos paradisiacos en que ellos vivían".
En algunos sectores de nuestros campos era muy común encontrar bosques de algarrobos, y en marzo, época de la cosecha de la algarroba, familias enteras iban a juntarla y la embolsaban cargándolas en burros y caballos para llevarlas a las casas donde las colocaban sobre una base hecha con cuatro horcones y piso de caña o "puf puf" para el forraje de los animales.Con la harina obtenida de la molienda, y después de "cernirla" para quitarle las impurezas, obtenían una masa al mojarla con agua. Colocaban esta masa en moldes de diversos tamaños y formas, que luego eran horneados para obtener un pan dulzón llamado "patay" y que con justa razón se lo conoce como el "pan indígena".
Esta masa, al ser sobada con un agregado de grasa, obtenían el "mashaco" o el "shuningo" que generalmente le daban forma de "palomitas" y hasta le ponían dos semillas negras imitando los ojos. Cuando le daban forma de criaturas, le llamaban "huahuas".En algunos lugares de nuestra provincia todavía se hacen estos productos y hasta son comercializados.
Una bebida tradicional es la "añapa" que se obtiene con la harina de algarroba (dicen que es más rica la de la algarroba negra) mesclada con agua fría. Es una bebida refrescante, diurética y estomacal.De la añapa, al dejarla fermentar una semana aproximadamente, se obtiene la "aloja" que produce efectos embriagantes.
En nuestro norte argentino las primeras "alojiadas" tienen lugar en Navidad, alrededor de los pesebres vestidos en casas de familias, y las últimas se efectúan para la "chaya" del carnaval.La aloja y la "chicha" ( bebida de maíz fermentado) eran las bebidas que a los quechuas los ponían belicosos y los hacían olvidar los pesares
El tronco del algarrobo es usado para leña y carbón y en su corteza se encuentra el "tanino", colorante para teñir fibras y curtir cueros.Su madera es muy resistente y muy usada en la construcción de muebles (conocidos como "eternos") y viviendas y en vigas.
Desde este lugar saludamos al Sr. Carlos Zárate, conocido carpintero de nuestro pueblo, un verdadero "artesano" de la madera que supo combinar el trabajo manual con la tecnología incorporada en su taller. A través de él saludamos también a todos los carpinteros del pueblo y de todos los pueblos del departamento que, en sus casas, dieron y dan continuidad a uno de los oficios tradicionales más nobles y más antiguo de la humanidad desde que descubrimos a JOSÉ, EL HUMILDE CARPINTERO Y EL PADRE DE JESÚS.La industria de la madera, tan generalizada en los últimos años, a acentuado un grave problema: "la tala desmedida del algarrobo"; es por eso que es muy importante reflexionar sobre nuestro compromiso con las generaciones sucesivas reforestando nuestros campos, que es una manera de armonizarnos con el medio ambiente cuidando la naturaleza.
Poco a poco vamos acabando con todas las riquezas naturales, por eso es elogiable que músicos y poetas escriban sus obras para hacernos reflexionar, como esta zamba carpera del músico, poeta y periodista tucumano, Yuyo Montes, autor de conocidos éxitos y que es cantada por el Chaqueño Palavecino:EL SILENCIO DEL ALOJA
A usted que nadie le ha dicho, que tengo savia en mis venassepa que cuando me matan todo el monte siente pena.
Sepa que cuando me matan por mi dolor, todo el monte siente pena.
Yo le pregunto al verdugo si tiene plena conciencia
que pone fin a mi vida y la vende por monedas.
Que pone fin a mi vida y este dolor, el lo vende por monedas.
estribillo:
Algarrobo me llamo, no me quedan hermanosDatos extraídos de: Anjullón...Mi Lugar de Justo de la Vega; Niños del árido Riojano de Ramón Díaz y Enciclopedia Wikipedia.
Excelente aporte!!! Me encantó la nota de "El árbol de la vida".
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