Pinceladas de Antaño - El Tren en la Costa?

Coincidente con la celebración del Centenario de la Patria, 25 de mayo de 1910, se produce un acontecimiento de gran importancia para la región noroeste de la provincia: la Inauguración, en la ciudad de Aimogasta, del antiguo Ferrocarril del Estado, llamado luego ferrocarril General Belgrano.

Este hecho marcaría el inicio de una época de prosperidad para toda la zona norte.

Anjullón estuvo presente a través de una delegación integrada por destacados vecinos: Policarpo de la Fuente, Jacobo de la Fuente, Belindo de la Fuente, Nicolás Villafañe y don Benjamin de la Vega (padre de don Serafin, autor de "Anjullón ...Edén Riojano" de donde obtenemos estos datos).

Una multitud llegada a pie, a caballo o en carruajes se congregó en la Estación Ferroviaria para presenciar el arribo del tren en su viaje inaugural y aplaudir emocionada cuando el silbato y el humo de la locomotora anunciaba su llegada.

Todo esto se vivió con el marco festivo de las bombas, del repique de campanas de la Iglesia, de las y de la Banda del Regimiento que ejecutaba el Himno Nacional.

Luego del acto protocolar la concurrencia se trasladó a la sede del Municipio donde hubo agasajo para las representaciones departamentales y para todos los invitados.

Cuenta don Serafin que al regresar de este acontecimiento el carruaje donde viajaba su padre con don Jacobo de la Fuente tuvo un accidente al embestir un tronco de árbol caído y que por causas de la oscuridad no lo habían advertido. Esto ocurrió a la altura del lugar llamado Los Nacimientos; el carruaje volcó sufriendo, los ocupantes, heridas de consideración.

Entusiasmados por la significación económica que traería el tren, los señores de la comitiva aludida, consideraron que sería muy importante elevar un petitorio al Presidente de La Nación (Dr. Roque Saenz Peña) solicitando la prolongación del ramal férreo desde Aimogasta, con estaciones en Anjullón, Aminga y terminación en Pinchas.

En tres meses comenzaron con las tareas del desmonte de los campos para construir las vías. Parecía que todo marchaba bien, pero surgió un desacuerdo con los pobladores de Anillaco que querían modificar los planos y exigían que en lugar de Aminga la estación se haga en Anillaco, de lo contrario no apoyarían el proyecto.

Por supuesto que el pueblo de Aminga, cabecera del Departamento y sede de las autoridades Municipales y del Juzgado de Paz, se negaron terminantemente.

Viendo este gran desacuerdo, las Autoridades de la Provincia, dan a conocer lo sucedido al Gobierno de la Nación y no tardó en llegar la orden de anular el proyecto.

Las aspiraciones de prosperidad económica, cultural y social terminaron malográndose por intereses mezquinos de influyentes dirigentes del Distrito Anillaco.

Para pensar:

- Cómo hubiese sido la vida en la Costa con la llegada del tren?.

- A dónde hubiesen llegado los productos de las cosechas?.

- En dónde se hubiese construido la estación en Anjullón?.

- Cuánta gente hubiese llegado y cuánta hubiese partido?.

Es bueno soñar por un momento!. Se hubieran vivido años de gran progreso pero también, al levantar los ramales, los pueblos de la Costa hubieran quedado postrados como todos los pueblos que desarrollaron sus vidas alrededor del ferrocarril.

Pero......, Progresamos lo mismo?.

Esperamos opiniones.