Nuestra Algarroba llegó a la Universidad

En notas anteriores nos referimos al uso de la algarroba desde nuestros pueblos originarios; hablamos de la importante fuente de nutrientes que posee destacándose como una alternativa saludable, y hasta proporcionamos algunas recetas con harina de algarroba.
Lejos estábamos de saber que en nuestra Universidad estaban estudiando y analizando la composición y usos de la misma.
En el diario El Independiente del 2 de julio (pag. 16), encontramos una nota que nos sorprende gratamente: "Investigan la aceptabilidad de las facturas de harina de algarroba".
El Instituto de Tecnología Agro-industrial perteneciente al Centro de Investigación y Formación Productiva Agronómica, Agropecuaria, Agro-industrial e Industrial de la UNLAR está trabajando en un importante proyecto de investigación: Evaluación de la Aceptabilidad de Facturas de Panadería con el agregado de Harina de Algarroba".
Un equipo interdisciplinario encabezado por los Ingenieros Sergio Moreno, Viviana Maldonado, Gerardo Calvo y la Nutricionista María G. Torres trabajan en el laboratorio de dicho Instituto donde "se están llevando a cabo pruebas y evaluaciones sensoriales, lo que permitió determinar sabor, olor, color y apariencia de las confituras, luego se realizará la parte experimental con una evaluación en paneles de niños de entre 4 y 6 años, que se enfrentarán a dos panificados similares, una muestra comercial y una muestra con algarroba".
Se incorporarán también a este proyecto los profesionales y alumnos de las carreras de Ingenieria Agro-industrial y en Alimentos que se dictan en las sedes de Capital y Aimogasta.
El Ingeniero Moreno explicó que: "estamos en la búsqueda de un producto que utilice una materia prima desperdiciada en la región; la idea concreta es avanzar en un diseño novedoso con sabor apetecible, teniendo en cuenta que este proyecto de investigación está dirigido a niños que muchas veces no incorporan la cantidad de proteínas necesarias desde un punto de vista nutricional".
Incorporándola a la dieta de la población no solamente se pretende mejorar las condiciones nutricionales de los niños en edad escolar, sino también generar nuevas inversiones y puestos de trabajo.

Los mejores augurios para la concreción de este innovador proyecto y ojalá que pronto estos productos los encontremos en nuestras mesas.