El 24 de setiembre próximo pasado expuso su TESIS para completar su carrera como PROFESOR DE MUSICA, en el Collegium (C.E.I.M.) de la ciudad de Córdoba, el joven ALEJANDRO QUINTEROS de la localidad de ANJULLON. El trabajo final consistió en un análisis musical y literario referido a las "Coplas Riojanas en Texto, Partitura y Audio". Un trabajo que se basó en la recopilación de coplas de dos pueblos vecinos de nuestro Departamento Castro Barros: Los Molinos y Anjullón.
El objetivo fue preparar un material didáctico que pueda ser utilizado por profesores de Música, de Lengua y Literatura; armar un cancionero con datos literarios y musicales, colaborando, de esta forma, a la conservación de un hecho folklórico, genuino y tradicional: LA COPLA.
Para lograr este objetivo usó como metodología encuentros con los copleros para grabar sus coplas y conversar con ellos respecto a sus inicios en este oficio, al surgimiento de las coplas y su transmisión a las generaciones siguientes. Realizó también un trabajo digital sobre la transcripción de textos, de partituras y la edición del audio.
De todo este estudio surge que:
- Cada uno de estos pueblos tienen sus propias coplas con sus temáticas (paisajistas, amorosas, festivas y de rutinas de campo).
- Tienen distintas formas de armar las cajas (en cuanto a los aros y a los parches).
- Tienen distintos ritmos y tonadas y distintas formas de constituir los grupos.
En Los Molinos el grupo de copleros está integrado por hombres (la mayoría adultos) y siempre engalanados por sus respectivos caballos.
Los copleros de Anjullón arman el grupo con hombres, mujeres, jóvenes y niños. Un grupo donde comparten el canto de la copla abuelos, padres, hijos y nietos. Posiblemente sea la forma de garantizar que la copla no muera.
Los dos grupos coinciden en que "la copla está en la memoria de la gente desde años y años" (Nono Nieto de Los Molinos) y "¡’ quien sabe de dónde vinieron" (Pishu de Anjullón).
Al leer esto recurro a mi memoria para recordar los versos del poeta español Manuel Machado (1874-1947) que dicen:
HASTA QUE EL PUEBLO LAS CANTA
LAS COPLAS, COPLAS NO SON,
Y CUANDO LAS CANTA EL PUEBLO
YA NADIE SABE EL AUTOR.
TAL ES LA GLORIA, GUILLEN,
DE LOS QUE ESCRIBEN CANTARES,
OIR DECIR A LA GENTE
QUE NO LOS HA ESCRITO NADIE.
PROCURA TU QUE TUS COPLAS
VAYAN AL PUEBLO A PARAR,
AUNQUE DEJEN DE SER TUYAS
PARA SER DE LOS DEMAS.
QUE, AL FUNDIR EL CORAZON
CON EL ALMA POPULAR,
LO QUE SE PIERDE DE NOMBRE
SE GANA DE ETERNIDAD.
Es un placer y un orgullo como amante de la copla y de raíces costeñas, haber leído éste trabajo de un joven de nuestro pueblo, que también nos llevó en algún lugarcito de su corazón las dos veces que anduvo de gira por Europa con el Ballet Argentino.
TIENE LA HUMILDAD DE LOS GRANDES. A pesar de haber realizado su carrera en la ciudad de Córdoba, siempre volvió a su pueblo a compartir con su gente y con todas las manifestaciones del mismo. En febrero se suma con su caja, al grupo de copleros, acompañando y ayudando a organizar el canto.
Para Alejandro, FELICITACIONES Y EXITO en su etapa laboral que ya comenzó, pues se encuentra desempeñándose en la localidad de Aimogasta en el Instituto Pedro Goyena (nivel medio), en la escuela 174 (nivel primario) y en la Academia de Arte Estrada. Integra también el grupo de música folklórica TANTANAKUY.
Vaya también para él un AGRADECIMIENTO por permitir que nos "salpique" este orgullo como costeños, por dedicar su tiempo al análisis de nuestras coplas y por compartirme su trabajo para alimentar mi espíritu.
Para LOS COPLEROS, GRACIAS por la alegría, la emoción y la picardía de sus coplas decidoras que también alimentan el espíritu. Ojalá que sigan "hilvanando" coplas y templando las cajas para que nunca muera esta expresión genuina de nuestros pueblos que busca hermanarnos.
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