Anjullón OnLine

Este Blog esta creado con la intención de hacer conocer más a mi querido pueblo de Anjullón, rescatar su historia y su cultura e informar los hechos más destacados del pueblo y/o protagonizados por sus hijos.
La foto de la portada es "la Iglesía de Anjullón".
Se aceptan colaboraciones con material sobre el pueblo (y la costa toda) a Lrquintero@gmail.com

lunes, 3 de noviembre de 2008

Anjullón, Canto a mi Pueblo

(Foto: Morteros indígenas en Anjullón)

Del corazón adentro, entre las cosas
que puso el puro amor sobre mi vida,
está mi pueblo, el de los altos álamos,
de la nostalgia azul y florecida.
Anjullón es el alma del paisaje,
pueblito en la ladera del Velazco,
es el punto preciso adonde vuelvo
cuando mi corazón pide un descanso.

Anjullón fue al principio sólo el agua,
sólo un rasgo de vida en la quebrada,
después sobrevinieron pucaraes,
diaguitas silenciosos y majadas.
Anjullón tomó el rostro de la piedra,
salpicada en el valle de morteros,
desparramó sentidos antigales
sepultando en tinajas sus recuerdos.

Anjullón es diaguita sustantivo
mezclado entre nombres tutelares:
senda arriba, en la piedra, Cuchiyaco
custodiando los lazos familiares;
La Cruz del Linyerita, Río de Uspalto,
Chimicomayo ahicito, Paslimpato,
y meciendo la cimbra, golpe a golpe,
bebedero en lo alto es Udpinango.

Anjullón vio llegar encomenderos,
avaros de poder y de riqueza
que impusieron idiomas y costumbres
por graciosa merced de su excelencia.
Entonces Anjullón se llamó Estancia,
fundó su antiguo templo hacia el oriente,
lo poblaron extraños apellidos,
lo consagró Patrono a San Vicente.

Anjullón es antiguo de labranzas,
de carne de guanaco y de venado,
de locro con poroto y chicharrones
de chanfaina y de charqui machacado.
Anjullón es de espesa mazamorra,
de liebre y de perdíz, de ají uchuquita,
de batea con pan, de horno de barro,
de guaguas, de rescoldo y de tortillas.

Anjullón es un vino compartido
en casa de don Oscar Victor Nieto,
silloneando en un moro la vidala,
con una copla que traspone el tiempo.
Es albahaca y cantar, vino patero,
copleros con la caja y de a caballo,
recaudando las priendas en el alba
y yéndose a dormir con el sol alto.

Anjullón es guitarra y serenata,
son valses que regresan doloridos,
es el destino impío de Florinda
que vuelve a la memoria desde el vino.
Es repechar las dulces esperanzas
que entrelazan amores y suspiros,
es el desdén aquel que no es tan grande
como grande fue entonces el cariño.

Anjullón es un cesto de poleo,
trenzado con prolijas telarañas,
de duraznal, de varas de membrillo
paridos por las manos artesanas.
Es el tío Valentín, es Robertito
mojando las varillas en la acequia,
es oficio costeño de cestero,
dando forma al silencio, vuelta a vuelta.

Anjullón es el son de una vitrola
que en cada giro envuelve algún recuerdo,
es la mano que agita Mama Vieja
porque parte un bagaje de sus sueños.
Es transitar de nuevo por el mismo
Caminito de Carros polvoriento,
es el Trago de Sombra que envenena
cuando bebe en los ojos el incendio.

Anjullón es la bolsa de membrillos,
es paila con remaches y es tarugo,
es fuego lento, mecedor, cedazo,
es broza y es jalea, es dulce rubio.
Anjullón son racimos en el cerco,
es mosto que se espesa y que se enfría,
son los cascos jugosos de la penca,
es el arrope en cántaro o en tina.

Anjullón es decir de sobrenombres:
a la entrada germinan los Matacos,
varios nidos de Coshcos y Chingolos,
el Noche, Tushi Nieto y Don Carasto;
Anjullón es Don Juan Desocupado,
es el Tigre Brizuela, son los Cuero,
es Juan el Chiñe, Félix el Baldeño
y es José Núñez, el abuelo Chelco.

Anjullón es estanque y es compuerta,
es canal, es acequia y es mudana,
es pala corazón de cabo largo
y es un turno para atajar mañana;
es balde en el sifón, un golpecito,
es el tomero que noticia el agua;
son las dos bandas aplacando el polvo,
cosquilleando en la melga a Pachamama.

Anjullón es vendimia en los cajones,
juventud y familia en el conchabo,
es un par de angarillas sobre el burro,
redondeles de cuero transportando.
Anjullón es bodega y es racimo,
es don Luz triturando cada grano,
exprimiendo hasta el fondo, a pura pata,
morado de moler, cada verano.

Anjullón es un hacha y un machete,
dos atados de leña acollarados,
es quenti y es retama, es torzal largo
cabrestiando a la cincha un tronco de árbol.
Anjullón es ichuna y es torzales,
es pasto para el día, y es cegada,
es soguear el caballo sin el freno,
y es la carga ritual de tierna alfalfa.

Anjullón es incienso para agosto,
es la fiesta del Santo Valenciano,
es el fraile Vicente, alas doradas,
es abrazo con Dios y los hermanos.
Es rosario en latín, es letanías,
es un himno que suena como llanto,
es mortero y estruendo en la mañana,
es el Padre Virgilio celebrando.

Anjullón es el sitio frutecido
con uva de exportar, moscatel blanco,
es la higuera que aguarda los zorzales
y es añejo uñigal, dulce y morado.
Anjullón es durazno y lima persia,
membrillar y cañizo por febrero,
racimo torrontés, tunas maduras,
bolsa de pasa y nuez para el invierno.

Anjullón es la Virgen morenita
que partió alguna vez de San Fernando,
es quebrada de paz, gruta rocosa,
es el pueblo de Dios peregrinando.
Es ajustar la cincha de las bestias
porque es senda y subida rumbo al cerro,
es bordear el canal con sus remansos
para llegar cuando despunta enero.

Anjullón es la sombra de algún visco,
es callejón de molles y alameda,
es cerco bajo, con la flor de luna
y es perfume tenaz de madreselva;
es albañal para acortar camino,
es portillo, tranquera y alambrado,
es un rimero de azucenas rojas
y es jardín, con rosal y dalia plato

Anjullón es el sitio que nos ata
porque tiran, al fin, los que se fueron;
es una larga runfla de parientes,
de Núñez, de Peraltas y Romeros.
Anjullón es la lonja de terreno,
angosta, que custodia nuestros muertos,
entre el silencio y una cruz de palo
en el rincón aquel del cementerio.

Autor: Miguel Angel "Milo" Peralta

Hacer clic acá para disfrutar el video. (La voz en off es de Milo y la edición de Sergio González).

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