La Medalla Milagrosa en Anjullón

(Foto: Virgen de la Medalla Milagrosa en "El Refugio" - Anjullón)

Desde 1997, se encuentra en la casa "El Refugio", propiedad de la familia González Peralta, la Gruta de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Todos los años, desde el 19 y hasta el 27 de Noviembre, día de la Fiesta de la Virgen, se reza la novena. El día 27 se realiza la ceremonia de Consagraciones de los niños, los jóvenes, los padres, los abuelos y los enfermos haciendo oraciones y ofrendas.
Posteriormente tiene lugar la tradicional serenata a la Virgen y el brindis.
Esta devoción está muy adentrada en el corazón de la gente del pueblo, de tal forma que las dos nenas que nacieron en el día de la Virgen de ese 1997, Sofía Diaz y Erica Mercado, también son homenajeadas en la fiesta y un hijo del pueblo, don Roberto Quinteros escribió, con la sensibilidad que lo caracteriza, el siguiente poema:


LA MEDALLA MILAGROSA

Caminaba por esta calle
y me paré frente al portón,
pensé en esa ocasión
que aquí se me brindaba
digo que nadies pensaba
lo que yo quería hacer.
Tomé un lápiz y un papel
para escribir este poema
para esta Madre tan buena
la Virgen de la Medalla,
la Madre que nunca falla
en el amor a sus hijos
seamos grandes o seamos chicos,
nos lleve en su corazón.

Allá por el año 2000
la cosa ya se venía,
pero nadies lo sabía
porque nunca yo la conté
a esta historia como fue,
que nació de un derepente,
no sabía que la gente
con gusto la aceptaría
y el Portal de la Alegría
que año a año nos convoca,
por la Gracia de María
pidamosle en este día
su amor y su bendición.

En las puertas del "Refugio"
están abiertas las tranqueras
para que llegue el que quiera
con una oración en sus labios.
Aquí no hay ricos ni sabios
sino un humilde servidor
como el gaucho trovador
que venera el nombre de María
y reza todos los días
por los pueblos de la tierra,
para aquellos envueltos en guerra
llegue la luz y la paz.

El Portal de la Alegría
se viste color de rosa,
en el altar, la Milagrosa
Virgen y Madre de todos.
Yo les digo de algún modo
y sin temor a equivocarme
ni tampoco hacer alarde
porque esta historia termina,
bajo esta luz que ilumina
y en esta noche tan feliz,
para doña Charo y don Luis
les deseamos lo mejor.