Entre los años 1860 y 1870, y en el escenario de la Cuenca del Plata, se desarrolló una cruel guerra entre los países reibereños: Argentina, Brasil y Uruguay, por un lado, que son los países que firmaron el acuerdo llamado Tratado de la Triple Alianza y por el otro lado Paraguay.
Las causas del conflicto fueron varias y todas dentro de los ámbitos geográficos, comerciales y políticos. Fueron una sucesión de cruentos y sangrientos encuentros donde Paraguay quedó literalmente arrasado pués la mayoría de su población útil había caído en combate.
Las secuelas de esta guerra también se dejaron sentir por largo tiempo en nuestro país.
El General Mitre estaba al frente del gobierno y tenía como objetivo lograr la Unidad Nacional controlando los alzamientos del interior que se oponían al centralismo, fijar una capital nacional y ser el jefe terrestre de los ejércitos de la Triple Alianza.
Contra el gobierno de Mitre se sublevó, en 1862 y desde nuestra provincia, Angel Vicente Peñaloza "El Chacho" que contaba con el apoyo de zonas rurales del interior, sobretodo de Córdoba, Catamarca, San Juan y Santiago del Estero. Peñaloza resistió con sus montoneras hasta 1863 en que fue tomado prisionero y muerto en Olta.
Estos alzamientos eran también contra los reclutamientos forzosos para obtener soldados para la impopular Guerra del Paraguay.
Con el objeto de formar el ejército, el General Mitre recurrió a los Coroneles que tenía de su lado en distintas provincias, sobretodo en las más empobrecidas como La Rioja.
En el libro "LOS CORONELES DE MITRE" del Dr. Ricardo Mercado Luna cuenta los hechos y comienza diciéndonos que:
"Hay dos guerras: las guerras justas y las guerras injustas. La del Gral. San Martín dando libertad a los pueblos de América fue una guerra justa. La del Gral. Mitre, oprimiendo a los hermanos paraguayos, fue una guerra injusta, de humillación y de verguenza".
Don Nicolás Barros era el Comandante de la Costa de Arauco y recibía instrucciones para reclutar.
La resistencia montonera no fue impedimento para el reclutamiento, a cualquier precio los Coroneles de Mitre estaban decididos a formar el contingente.
La gran mayoría de riojanos no regresaron a sus pagos, otros volvieron enfermos y mutilados, empobrecidos y humillados.
El Dr. Mercado Luna continúa su relato diciendo que la Guerra del Paraguay terminó un día y ..."muchos desertores protagonizaron sin duda, la historia anónima de sus libertades puestas a precio por los captores de turno. Sus nombres no figuran en los registros oficiales sino como número o cantidades. Sin embargo, algunos testimonios se filtraron en la selección póstuma de la censura mitrista".
Al continuar con mi lectura de este ameno e interesante libro, la sorpresa fue grande cuando leo lo siguiente:
"Manuel Nieto, jornalero y desertor, oriundo de Anillaco, por ejemplo, puede darnos la medida del aspecto de aquellos jóvenes que alimentaban los ejércitos de línea o servían de blanco a las tropas mercenarias.
Un par depapeles viejos intercambiados entre dos Coroneles Mitristas, salvó para la historia la descripción de este recluta renegado.
Manuel Nieto (se lee en los "datos de filiación" adjuntos a la nota recomendando la captura), hijo de padre desconocido, y de Tránsito Vera, natural de La Rioja, jurisdicción de Costa de Anjullón, enganchado por cuatro años y recibió la cuota de setenta y cinco pesos fuertes y se leyeron las leyes penales y filiaciones del margen.
Profesión: Jornalero
Edad: 21 añosEstatura: Uno setenta y ocho cm.
Cabellos: Negro lacioColor: Blanco
Barba: RegularBoca: Ídem
Nariz: ÍdemOjos: Pardos
Señales: NingunaMientras servían a los ejércitos de línea, estos muchachos, como Manuel Nieto, eran los hombres jóvenes, robustos, solteros y de buena conducta que desde varios años atrás veníanse reclamando en aras de mejorar el tono moral y físico del ejército nacional. Pero cuando desertaban, para estrechar filas al lado del pueblo avasallado, pasaban a ser esa masa bruta e ignorante que forma la hez de nuestras poblaciones, como lo decía Rawson en carta a Julio Campos a fines de 1865".
Que costosa, inútil y despiadada es la guerra, sobre todo entre pueblos hermanos.
El dicho popular dice: "Soldado que huye sirve para otra batalla". Seguramente que nuestro costeño desertor sirvió para la batalla de la vida, formando una familia y cuidando a los suyos.
Datos extraídos de: Historia 3 de La Nación Argentina - Kapelúz - Los Coroneles de Mitre del Dr. Ricardo Mercado Luna
al ver el titulo yo pense que hablaba de otro manuel.... jaja
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