Seguimos atrapados con la obra de Don Serafín de la Vega: Anjullón...Edén Riojano.
Estamos en la década del 20, cuando comenzaron a frecuentar la ruta nacional 75 los primeros automotores por los pueblos de la Costa. El "rugir de las máquinas" anunciaba la era del progreso y los jóvenes del pueblo se concentraban frente a la plaza, en el negocio de ramos generales de la firma Peláez Piniella. Hasta allí llegaban los automóviles con viajantes de comercio de las casas mayoristas de Córdoba y Tucumán que proveían de mercaderías a dicho negocio.
Estos vehículos rompían la habitual monotonía, llevando a la gente a concentrarse en la plaza para presenciar el arribo. Algunos se detenían y otros continuaban al norte, hasta la estación ferroviaria de Aimogasta.
Los forasteros respondían amablemente todas las preguntas que se les hacía sobre marcas, motores, rutas, experiencias de viaje, etc.
Las marcas conocidas en esa época eran: Ford, Chevrolet, Studebaker y la Oldsmóvile.
Largas horas en el día llevaba los comentarios posteriores de lo vivido.
Pero habíamos nombrado el comercio de Peláez Piniella y es bueno recordar que ya lo habíamos mencionado en las primeras publicaciones diciendo que era una familia española que puso el negocio frente a la plaza y que reclutaba los operarios picapedreros para la construcción del canal colector de agua que fue inaugurado en 1918. No solamente los reclutaba sino también se comprometia a proveer de los artículos de primera necesidad para la alimentación de los obreros.
Encontramos dos anécdotas mas referidas a esta familia: una de ellas es la que cuenta que tenían un águila que surcaba el espacio y que a menudo se lo contemplaba realizar vuelos caprichosos ante el asombro de todos.
La otra anécdota es el fallecimiento del padre de la esposa del comerciante y de un jóven que trabajaba en la bodega de la familia, llamado Julian Vega, debido por la terrible explosión del alambique donde se elaboraba el alcohol.
El "rugir de los motores invadía la tranquilidad del pueblo"...... y de ahora en mas, hablaremos del camión de don Alfredo de la Vega, del camión de don Zenon Bazán, el de don Emilio Torres (que también tenía un Ford A), y otros que consideraremos en próximas notas.
De esta familia Peláez Piniella como de muchas otras no quedó ningún descendiente en Anjullón. Quizá en algun lugar del mundo ellos pueden estar leyendo este blog. Si así fuera sería lindo que dejasen algun comentario, como ya ocurrió en otros casos.
ResponderEliminarEsta familia Pelaez que dicen tenia algo que ver con la familia del Doctor Pelaez que vivio en anjullon en los años 60 o 70 creo. Mario Quintero
ResponderEliminarGracias por el dato; también me enteré que esta familia eran abuelos del padre de don Oscar Nieto
ResponderEliminarLes informo que un hijo del Dr. Pelaez que comente con fecha 20 de mayo, esta radicado en Cordoba capital, se llama Rodolfo Pelaez es medico y trabaja en la clinica IMGO, Instituto Modelo Privado de Ginecologia y Obstetricia S.A. en varias oportunidades charle con el comentandole que soy de Anjullon y me conto algunas vivencias de su niñez cuando vivian en Anjullon. (siempre nos vemos y nos saludamos como anjullon)
ResponderEliminarQué buen dato. Por mucho tiempo me hacía los estudios en esa clínica y nunca supe de este doctor. Sería muy bueno encontrarlo alguna vez. Gracias por el aporte.
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